Estaba el dromedario, compadrón
con su edredón.
Y Adrián, todo adreanlina
con su efedrina.
Adrián al dromedario amedrenta,
a pedradas ahuyenta.
El camélido por padre y madre clama
(en fin, un drama).
Adrián odre sobre edredón derrama.
El dromedario lo drena
con pena.
!Ladrón --agrede--
ha sido adrede!
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3 comentarios:
Resulta que Adrián,/
el del Adrático,/
y Alejandra,/
la de Alejandría,/
supieron donde hallar una dríade./
Y allá fueron./
Ella cargó urdiembre y drupa,/
el reforzó las adras pues sabía/
que convenciendo a la ninfa se podría/
dar drástico final al unicornio./
(qué cayó en la volteada, culpa de la dríade)
Buenísimo!!! Veo que te gusta jugar con las palabras y con los sonidos, había leído textos así pero sólo en francés, incluso traté, en ese idioma, de hacerlos...Un fracaso total! Y por lo tanto, ni se me pasó por la cabeza escribirlos en castellano.
Me gusta mucho este "estilo", es divertido y a la vez a los que somos poetas, nos sirve desde el ritmo,el sonido, el arrastre,(también para no cometer burradas...)
Un beso, Hilda
Hilda: sí, efectivamente surgió como un juego con el sonido dr. Intentarlo en otro idioma se me hace mucho más difícil... a menos que manejes muy bien el francés. Y estoy de acuerdo respecto del ejercicio poético. Es una especie de jitanjáfora pero con palabras de diccionario. Otra manera de hacer equilibrio entre la forma y el contenido, el eterno problema del poeta.
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