viernes, 21 de noviembre de 2008

Deberías saber...

...a esta altura (y en verdad no veo la necesidad de tener que ser tan indecorosamente explícito), que te quise y que te quiero, y que has sido, y eres todavía, la persona que más angustias y alegrías me ha procurado a lo largo de mis días, y que seguirás haciéndolo, sin duda, en lo que queda de esta vida de mierda que me ha tocado vivir, como a todos nos toca.

4 comentarios:

hilda dijo...

Hola Tomás,leí tu pequeña prosa poética y por alguna razón me vino a la mente un hermoso poema de Paul Éluard, un francés que me emociona siempre...Te lo envío y perdón por usurpar tu espacio pero. creo que te va a gustar

EL ESPEJO DE UN MOMENTO

Disipa el día,
muestra a los hombres las imágenes desligadas de la apariencia,
quita a los hombres la posibilidad de distraerse,
es duro como la piedra,
la piedra informe,
la piedra del movimiento y de la vista,
y tiene tal resplandor que todas las armaduras y todas las máscaras quedan falseadas.
Lo que la mano ha tomado ni siquiera se digna tomar la forma de la mano,
lo que ha sido comprendido ya no existe,
el pájaro se ha confundido con el viento,
el cielo con su verdad,
el hombre con su realidad.

Es muy intensa y muy linda a la vez. Y como todo en poesía cada cual llena los espacios con su propia tela.
Un beso

tambien lorena dijo...

Ups. Sabés que hace tiempo que no andaba por acá... o mejor dicho, que no andaba por ningún lado.

Y también sabés que ando renegando contra el silencio...

Entrar acá y oírte es maravilloso. Y es cierto. Es cierta la madrugada de octubre, es cierta la tarde del bar, la noche que se detiene. Es cierto que la luna se calla (y con ella callamos muchos). O casi. Y es cierto que, algunos, insistimos.

Y es cierto que es maravilloso oírte (que bien que te queda el verso libre!). Infinitamente

terricola dijo...

Hilda: muchas gracias. No sé de nada de Paul Éluard, así que me acabás de presentar a un poeta que vale la pena, a menos a juzgar por este ejemplo. Y usurpación, para nada. Un honor recibirte por acá. Besos.

terricola dijo...

TL: la verdad es que siempre pensé a este texto y al anterior (Hay una hora...) como prosa. Evidentemente hay veces que el contenido se escapa de la forma que uno pensó y hace la forma que más le conviene. Enhorabuena. Que sea verso libre, nomás.

Gracias por librar parte de tu batalla contra el silencio en esta página. Y leerte de nuevo por acá, como siempre, amiga, una alegría.